El invierno en la poesía: versos que evocan la estación fría

El invierno es una de las estaciones más poéticas del año. La nieve que todo lo cubre, los árboles desnudos y el viento frío son algunos de los elementos que inspiran a los poetas. En este artículo, recorreremos algunos de los versos invernales más bellos de la poesía.

El poeta inglés John Keats escribió sobre el invierno en su poema “La Noche de San Agustín”. En él, evoca la belleza de la estación fría con estos versos:

“Suave de oír, una música nocturna que emana de los árboles desnudos; y todas las cosas, siguieron su juego habitual bajo el cielo tranquilo.”

El poeta estadounidense Robert Frost también escribió sobre el invierno en su poema “Parar en medio de un bosque”. En este, el poeta describe un bosque nevado como si fuera la escena de un cuento de hadas.

“Los bosques están preciosos, oscuros y profundos, pero yo tengo promesas que cumplir, y millas que andar antes de dormir.”

Otros poetas, como William Blake y William Shakespeare, escribieron sobre la oscuridad que acompaña al invierno. Blake, en su poema “El Tigre”, evoca la oscuridad en la que se desplaza el tigre en la noche; más allá de la belleza de la nieve, nos transporta a la cara más sórdida del invierno.

“¿Qué martillo? ¿Qué cadena, en qué horno ardió el cerebro? ¿Qué yunque y qué temblor infernal? En las alas de la noche, ¿Qué mano osada se atreve a tomar una llama del cielo?.”

Finalmente, Shakespeare en su obra Hamlet, donde el protagonista dice:

“Está frío el viento y estoy tiritando.”

Esto nos hace sentir la presencia del invierno que se cuela en las palabras de los personajes y en la trama de la obra.

En conclusión, el invierno es una fuente inagotable de inspiración para los poetas. Ya sea con la belleza de la nieve o con la oscuridad de la estación, las palabras de los poetas transportan al lector a un mundo poético que capta la esencia misma del invierno.

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