¿Has oído hablar de los mamuts lanudos? Estas bestias prehistóricas elegantes, impresionantes y peludas están sorprendiendo a los científicos desde hace años. ¿Cómo era posible que estos animales gigantes pudieran sobrevivir en condiciones tan extremas de frío?
La respuesta se encuentra en la adaptabilidad. Los mamuts lanudos tenían una serie de características que los hacían propicios para vivir en zonas de clima muy frío, como era la Europa del Pleistoceno. Una de las principales características de los mamuts lanudos era su pelaje, muy denso y grueso, que les permitía soportar las temperaturas más bajas. Además, también tenían una capa de grasa gruesa que actuaba como aislante térmico y que les ayudaba a mantener su temperatura corporal incluso en las condiciones atmosféricas más extremas.
La alimentación de los mamuts lanudos también fue una clave para su supervivencia en los climas fríos. Los mamuts lanudos eran herbívoros y, aunque las plantas no abundan en los climas más fríos, estos animales desarrollaron estrategias para encontrar las pocas fuentes de alimento disponibles en el paisaje. Además, su sistema digestivo era muy eficiente: podían extraer el máximo de nutrientes de los alimentos que ingerían gracias a las bacterias que tenían en sus intestinos.
La pregunta que siempre se hacen los científicos acerca de los mamuts lanudos es por qué se extinguieron. Aunque hay muchas hipótesis diferentes, la teoría más aceptada es que, tras una edad de hielo, el clima cambió, y las condiciones se volvieron demasiado cálidas para estos animales adaptados al frío. Sin embargo, la controversia sigue abierta, convirtiendo al mamut lanudo en una especie fascinante y enigmática para la ciencia.