¿Por qué los metales parecen más fríos que otros materiales?

¿Alguna vez has tocado dos objetos a la vez, uno de metal y otro de plástico o madera, y has notado que el metal parece más frío? Probablemente te hayas preguntado por qué sucede esto. Aquí te explicaremos la razón científica detrás de esta sensación.

La sensación de temperatura que percibimos en un objeto no siempre coincide con la temperatura real del mismo. De hecho, lo que sentimos es la transferencia de calor de nuestro cuerpo al objeto y viceversa. Esto se debe a que nuestro cuerpo siempre intenta equilibrar su temperatura con la del ambiente que lo rodea.

Cuando tocamos un objeto, nuestros receptores nerviosos en la piel registran el calor que fluye desde el cuerpo al objeto. Si el objeto está más frío que nuestra piel, se produce una mayor transferencia de calor que si estuviera a la misma temperatura que nuestro cuerpo. Esto nos da la sensación de que el objeto está más frío.

Los metales tienen una conductividad térmica alta, lo que significa que pueden transferir calor más rápido que otros materiales, como la madera o el plástico. Cuando tocamos un objeto de metal, la sensación es mayor ya que el metal absorbe rápidamente el calor de nuestra piel, lo que hace que la piel se sienta más fría. Además, algunos metales, como el aluminio, también tienen una capacidad alta para reflejar la radiación infrarroja emitida por nuestro cuerpo, lo que aumenta la sensación de frío.

En resumen, los metales parecen más fríos al tacto que otros materiales debido a su alta conductividad térmica y capacidad para reflejar la radiación infrarroja. Estos factores hacen que el metal absorba rápidamente el calor de nuestra piel, lo que nos provoca la sensación de que el objeto está más frío.

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